La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha publicado los datos finales del último año hidrológico en España. Considerado como un año dentro de lo “normal”, ha habido solo un 5% menos de lluvias, pero los embalses disponen de un 20% menos de agua.
El año hidrológico (de 1 de octubre de 2020 a 30 de septiembre de 2021) ha sido valorado por los expertos como “normal”, a pesar de que los embalses disponen de un 23% menos de agua que la media de los últimos diez años, debido tanto al modo en que ha llovido como a las temperaturas más cálidas.
Los embalses españoles disponen de un 23% menos de agua que la media de los últimos diez años.
Los expertos de la Agencia estatal de Meteorología (AEMET) definen año hidrológico como el “periodo continuo de doce meses seleccionado de manera que la mayoría de la precipitación tiene su escorrentía dentro del mismo. En España, se considera que el año hidrológico comienza el 1 de octubre y finaliza el 30 de septiembre, mientras que el año agrícola o año hidrometeorológico comienza el 1 de septiembre y finaliza el 31 de agosto”
Aunque la media de precipitaciones acumuladas durante el último año hidrológico es de 606 mm, solo un 5% menos que el valor medio de 641 mm, según datos de la AEMET hay varias cuencas en situación de sequía hidrológica.
A consecuencia del cambio climático, las precipitaciones vienen caracterizándose por una distribución muy irregular, desigual y, en muchas ocasiones, torrencial, lo que no siempre ha permitido la deseable recarga de embalses y acuíferos.
En rueda de prensa de la Agencia Estatal de Meteorología, el Secretario de Estado de Medio Ambiente explicó que este escenario “debe servir para actualizar la gestión del riesgo hidrológico” y consolidar una planificación cimentada en los datos.
NEURITE, PREDICCIONES INMEDIATAS Y CON UN ALTO GRADO DE EXACTITUD
El software de Neurite predice el comportamiento del agua de las cuencas hidrológicas y determina a tiempo real aspectos como, por ejemplo, cuál será el volumen del caudal de un río en las siguientes horas o cuál es el riesgo de inundaciones o desbordamientos.
Para predecir el comportamiento del agua, el software de Neurite combina datos provenientes de modelos numéricos (captados mediante sensores instalados en los ríos, pluviómetros y radares meteorológicos, entre otros) con algoritmos de inteligencia artificial que analizan extracciones de agua para el riego, el consumo humano o la producción eléctrica.
El software de Neurite permite interpretar y entender las relaciones entre los datos introducidos, y emplear esos conocimientos para llevar a cabo predicciones inmediatas y con un alto grado de exactitud:
- Evaluar el efecto de obras civiles, como puentes o desviaciones del cauce.
- Gestionar de la manera más óptima una situación de fuertes precipitaciones.
- Estimar el efecto de un incremento de caudal del río.
- Prever con suficiente antelación la posibilidad de inundaciones.
- Facilitar la planificación y el desarrollo de acciones encaminadas a paliar los efectos de una inundación.
- Definir o negociar las reglas de desembalse según sean las necesidades antrópicas y medioambientales.
- Evitar que el uso desmedido de un acuífero conlleve la inutilización de pozos próximos.
- Alertar de manera temprana sobre fenómenos de contaminación, tanto de ríos, como de acuíferos.
Neurite Lab, innovación y tecnología de vanguardia para predecir situaciones futuras y tomar decisiones rápidas, oportunas y eficaces.
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